viernes, 20 de marzo de 2009

Capítulo 4. DIABLO SE ARREPIENTE

Tobi encontró el hueso junto a la caseta, pero en ese momento no tenía ganas de comer y se tumbó a dormir. Al despertar volvió a fijarse en el hueso y le llamó la atención un olor extraño que le recordaba algo... ¡era como el de las fresas!. Además Paolo siempre le daba los huesos él mismo, no se los dejaba en su caseta. Así que decidió no comerlo y enterrarlo.

Mientras tanto la cobra se acercaba a aquel lugar. Vió la trampa que le habían preparado y evitó pasar por allí dando un rodeo. Llegó a la caseta por detrás y miró si Tobi había comido el hueso. Al verlo tumbado y no ver el hueso pensó que se lo habría comido y que estaría muerto. Se marchó y fue a soltar a Diablo.

Una vez suelto Diablo fue a ver lo que había pasado. Al ver a Tobi se arrepintió de lo que había hecho. Tobi y él antes habían sido buenos amigos. En ese momento Tobi se despertó, Diablo le pidió perdón y volvieron a ser amigos. También llegó Trasgu que se alegró de ver bien a Tobi. Diablo les contó lo que había ocurrido con Punki: que le habían mordido en la pata primero él y luego la cobra, por eso era un mordisco de perro con veneno de cobra. Después Tobi les contó que había enterrado el hueso y los tres decidieron que lo mejor sería desenterrarlo y tirarlo lejos. Cavaron hasta desenterrarlo, pero al excavar vieron que allí había un cofre sin llave. Siguieron rebuscando y la encontraron por detrás. Además al mover el cofre vieron que tapaba la entrada de un pasadizo.

¿Qué habría en el cofre?
¿A dónde conduce el pasadizo?

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